Patrocinar o no patrocinar, esa es la cuestión

Seguro que ya lo habéis notado… uno de los efectos directos de aumentar la visibilidad de vuestra marca es la recepción masiva de propuestas de patrocinio, la mayoría vinculadas a causas justas y necesarias. Pero, seamos realistas, aunque sería ideal poder colaborar con todas las entidades que necesitan financiación privada, ni sois una ONG, ni disponéis de presupuestos ilimitados.

El patrocinio, a diferencia del mecenazgo, es una actividad de financiación en la que se da por hecho la existencia de una contraprestación, casi siempre publicitaria, para el patrocinador; es decir, que es una alternativa a la publicidad clásica y por este motivo debemos acotar un presupuesto anual para la inversión, planificar las colaboraciones y evaluar los resultados.

Una vez que sepáis de cuánto dinero disponéis para patrocinar, es imprescindible saber identificar las oportunidades adecuadas para vuestra empresa, ya que en este paso radica la diferencia entre perderlo o invertirlo en posicionamiento, imagen o reputación.

Y para ello, antes de decir sí a una propuesta de patrocinio, recomendamos que os formuléis las siguientes preguntas. Si las respuestas son convincentes, adelante; seguro que es una buena acción.

 

1. ¿Se alinea con los valores de vuestra empresa?

Si tenéis definida una estrategia de RSE esta pregunta se responderá fácilmente. En cualquier caso, la cultura corporativa de la empresa, su filosofía y los valores que queréis transmitir con vuestra marca tienen que convivir con los del proyecto, evento o entidad a la que os vinculéis.

 

2. ¿Este patrocinio es de interés para vuestro público objetivo?

A la hora de evaluar la propuesta, debéis tener en cuenta a todos vuestros stakeholders y la repercusión social del evento en el público de vuestra marca (edad, género, ámbito geográfico, …). Si el patrocinio encaja de forma natural en vuestra estrategia de comunicación, veréis cómo los resultados aportan beneficios al plan de desarrollo global de la empresa.

 

3. ¿Qué nos ofrecen a cambio?

El proyecto o evento a patrocinar debe contar con un buen plan estratégico de comunicación, claro, medible y cuantificable que tiene que estar detallado en la propuesta. El patrocinio será mucho más rentable cuantas más oportunidades de participación os ofrezca; más allá de la presencia de vuestro logo en los materiales promocionales es interesante valorar la posibilidad de publicitar vuestra marca a través de campañas previas o posteriores.

 

4. ¿Habrá más patrocinadores?

Uno de los beneficios del patrocinio es que vuestra marca puede vincularse a causas o iniciativas con alto valor social que refuercen vuestra reputación y notoriedad y os permitan llegar a mercados que no figuran entre vuestros clientes habituales. Por ese motivo, para proteger y asegurar las oportunidades de generar negocio, es importante conocer la presencia de otros patrocinadores: aseguraros de que no sean marcas competidoras y de que no haya tantos patrocinadores que vuestra presencia acabe siendo anecdótica.

 

5. ¿Es una propuesta viable?

No os dejéis impresionar por los materiales escritos o las ideas apasionadas de los expertos en fundraising… contrastad la información y aseguraos de que las propuestas son viables técnicamente. Aparte de pedir referencias a patrocinadores de ediciones anteriores, revisad memorias, resultados económicos, impactos en prensa y cercioraos de que disponen de todos los medios materiales, administrativos (permisos) y personales para ejecutar el evento.

 

6. ¿Se trata de una buena inversión?

No os dejéis llevar por la emoción y aplicar la razón en los números. Verificad que la aportación económica garantiza los resultados. Y no olvidéis contabilizar la inversión que deberéis hacer la coordinación del patrocinio en tiempo, en recursos humanos y en materiales. Eso siempre se nos olvida…