El reto de comunicar sobre sostenibilidad
La sostenibilidad está encima de la mesa y las empresas buscan la mejor manera, y la más efectiva, para comunicar sus acciones ante unos consumidores cada vez más conscientes y responsables con el medio ambiente. Hasta el punto, como lo demuestran varios estudios, que, ante dos productos, de precio y calidad similares, el cliente acaba escogiendo el de la marca más responsable según los principios de sostenibilidad. La clave está, pues, en la credibilidad de la información, y esta no siempre se consigue fácilmente.
Del estudio La comunicación de la sostenibilidad de las marcas concluye que los medios digitales y las redes sociales son las vías principales que utilizan los consumidores para informarse sobre la sostenibilidad de un producto o de una empresa. Del mismo modo, más de la mitad de los consumidores asegura que dejarían de ser clientes de una empresa si sabe que esta tiene denuncias en materia de sostenibilidad. En el polo opuesto, la gran mayoría de clientes también cree que muchas marcas exageran sus valores y compromisos sostenibles, hecho que los desmotiva a la hora de consumirla: la sostenibilidad no es una moda a la que apuntarse sin más, sino un compromiso firme con unos valores, que afecta a toda la sociedad. Por lo que las empresas no pueden centrarse únicamente en los beneficios económicos, sino que deben tener presente el impacto social y ambiental de sus acciones.
Por eso, más allá de los resultados económicos y de la evolución de la empresa, hoy en día hablar de sostenibilidad es imprescindible para vender y dar a conocer nuestra empresa. Se ha convertido en un nuevo concepto clave que tiene que formar parte de la estrategia empresarial y de la comunicación corporativa. Conceptos como la reducción de la huella de carbono, la responsabilidad medioambiental, el cambio climático o la ecología se han incorporado al lenguaje empresarial, pero el más importante es saberlo comunicar correctamente.
No podemos obviar que hablamos de conceptos etéreos, que necesitan ser muy explicados y, a la vez, que puedan ser contrarrestados con datos creíbles, rigurosos y demostrables. El desarrollo sostenible de las empresas es, por lo tanto, una información necesaria en la hora de comunicar, pero que, por otro lado, no puede ser excesiva, engañosa ni tener un marcado sesgo comercial. Una comunicación que las empresas no pueden obviar si quieren continuar siendo competitivas, crecer y reforzar la imagen y la reputación de marca. El reto es encontrar el punto comunicativo adecuado para hacer llegar al consumidor el convencimiento que nuestras acciones en materia de sostenibilidad forman parte de la estrategia de futuro de la compañía y que los principios de responsabilidad social impregnan todos los ámbitos de la empresa.